Rezo del ángelus P. Rubén 04 de Febrero de 2025

Oración del Medio día por el P. Rubén 04 de febrero de 2025
Hermanos: El evangelio de hoy nos describe la resurrección de la hija de Jairo y la curación de la hemorroísa. Jesús utiliza su poder para hacer el bien y para dar a sus discípulos y al pueblo una lección objetiva sobre la fe. El de Jesús es un poder que da salud y vida. Cuando la mujer enferma toca a Jesús con una especie de fe mágica en su poder, él insiste en la fe; lo mismo hace, como una señal de su propia futura resurrección, cuando resucita a la hija de Jairo. ¿No habría de significar el poder también para nosotros una fuerza que alza y eleva, un poder de resurrección?
Oh Dios todopoderoso: Con frecuencia sentimos hambre de poder cuando no lo tenemos; cuando lo poseemos, pedimos y anhelamos más poder todavía; y entonces no sabemos cómo usarlo correctamente. Ayúdanos a aceptar siempre el poder de nuestra influencia, nuestros talentos y cualidades, como dones que vienen de tus manos y a usarlos para el bien de otros, para curar y perdonar, para llevar a otros vida y para edificar, como hizo Jesús, tu Hijo. Que así sea.
Rezo del Ángelus
Guía: El ángel del Señor anunció a María.
Audiencia: Y concibió por obra del Espíritu Santo.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo; bendita eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Guía: He aquí la esclava del Señor.
Audiencia: Hágase en mí según tu palabra.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo; bendita eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Guía: Y el Verbo de Dios se hizo carne.
Audiencia: Y habitó entre nosotros.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo; bendita eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Guía: Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
Audiencia: Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Oración:
Te suplicamos Señor que derrames tu gracia en nuestras almas para los que por el anuncio del ángel hemos conocido la encarnación de tu hijo Jesucristo por su pasión y cruz seamos llevador a la gloria de la resurrección por el mismo Jesucristo nuestro Señor. Amen

PONENTE: Pbro. Rubén Hernández Melchor